miércoles, 9 de abril de 2014

Ana y el Pulitzer


El llevar una cámara al cuello provoca situaciones, al menos, curiosas. 
Pasó en Sevilla, calle San Eloy. Estaba buscando una foto que describiera esa calle tan céntrica y comercial cuando me abordo Ana. 
- Disculpa,¿Te puedo hacer una pregunta?
Entonces me contó su intención de presentarse al Premio Pulitzer, llevaba una fotografía, ampliada en una fotocopiadora a color, la cual quería mejorar para presentarla al famoso Premio. Le expliqué que los premios no funcionan así, pero que si quería mejorarla la ampliara en un laboratorio fotográfico.
Acabó contándome la historia del personaje que protagonizaba la imagen. Era Pepita, su madre, según ella, enferma de Alzheimer, falleció en un geriátrico donde no recibió los cuidados que merecía. Solo la consolaba que el día que murió, pudo verla esa misma tarde.
Reconozco que pensé, "esta chica esta tocada de la azotea", pero después, meditando lo sucedido me dio mucha pena pensar en la situación de muchas personas que nos rodean, están solas, perdidas y vuelcan su rabia y dolor en cualquier persona, desconocida, que se cruza en su camino. Al final me siento bien por haberla escuchado y compartido su dolor. Suerte Ana, a por el Pulitzer.


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